martes, 25 de marzo de 2008

24 fts/ Across The Universe


Si los musicales no son tu género preferido a la hora de ver una película, te recomiendo fuertemente que pongas esos sentimientos a un lado, busques un sitio comodo para disfrutar y te prepares para un sicodélico viaje, pasando por un colorido escenario de artes danzando y siempre haciendo una parada en el amor.


Across the Universe, es un musical dirigido por la directora Julie Taymor ( Frida, Titus, etc) que cuenta sobre el amor en los tiempos de guerra, drogras y rock n roll, todo armonizado por 34 origanles composiciones de Los Beatles. Lucy, una niña de porte angelical pero con fuertes ideales, cruza camino con Jude, un joven británico en busca de su pasado en tierras americanas y que termina encontrando mucho más de lo que se imaginaba. Se conocen; chispas vuelan y todo el proceso de miraditas coquetas e intercambio de ideales ocurre.


A ellos se le agregan, en un hippie apartamento de NY, el hermano de Lucy, Max, que se ve obligado a a servir por su país, topandose con un extraño pero realístico baile entre los “servidores” y el Tío Sam; Proudence, una que llega en bola a NY para sentirse más comoda en sus aguas; y Sadie, un cantante con una voz fantasmagórica a la de Jonis Joplin y Jojo, el guitarrista que tiene un electrizante parecido a Jimi Hendrix. Diferentes razas, colores, voces, pero todos bajo la misma influencia: el amor.


Ya con todos estas mini-explicaciones hechas, lo único que queda es que mires por ti mismo esta obra de arte. De seguro tendrás mucho de donde elegir!.


-Roger Ebert: 4 de 4 estrellas.
-Rolling Ston: 2 estrellas y medias de cuatro.
-Tv Guide: 2 estrellas y media de cuatro.

miércoles, 19 de marzo de 2008

más/ un muerto viviente!



Ayer me topé con un alma perdida. Pero no de esas que andan divagando después de dejar su paso en la tierra, no; una peor. Porque por lo menos en aquella, por el hecho de ya no estar en su cuerpo habitual y fuera del plano viviente, se encuentra perdida; confundida por todo lo que está pasando. Pero este vivo, éste penosamente aun palpando todos los componentes escenciales que nos ofrece la vida, cree fielmente en la tonta ilusión de que aquellos plásticos/marcas/objetos, carecentes de verdadero valor, son los que ayudan al ser humano ser un SER HUMANO.


Después de salir del estado de shock al reconocer que el motivo de esa llamada fue simple y sencillamente para pavonarse sus nuevas adquisiciones – que francamente, esas cosas ni me quitan ni me ponen- paso a entrar a un estado pena -y sí, un poco de risa-. Cómo es que una persona puede, realmente, creer que una marca tiene el poder de tapar lo que para muchos es visible? Es qué acaso porque tengas un Rolex significa que eres mejor persona? Y si es así, entonces en que posición puede estar uno que posea un Cartier?.


Más que a ellos, repugno a las personas que le dan vida a los infelices de tal mentalidad. Aquellas que se les abre los ojos al oir la lista publicitaria de alta calidad que -increiblemente- estos magnates logran mencionar “sin querer” en las conversaciones. Esos son los que deberíamos multar, por su conducta irracional que causa serio daños a las almas debiles de esta sociedad tan materialista.


Y a los otros, a ellos deberíamos de secuestralos. Y dejarlos en una isla remota; sin carros, sin relojes, sin zapatos de diseñador ni celulares caros. Sin nada que lo pueda distraer de la belleza natural. Solo dejarlos con la simple tecnología de un radio, unos cuantos cd de reggae del viejo Bob – bueno, ok, los dejaría por lo menos llevar su música preferida-, un buen libro, el privilegío de llevar sus seres queridos más cercanos, unos cuantos juegos, buena comida y bebida, y una cámara para capturar toda esa belleza. Dejarlos desintoxicandose por lo menos por un mes, para que al volver le encuentren un poco más de sentido a este corre-corre de la vida, que nos lleva tan rápido y nos presentan tantas cosas para llenarnos los ojos, que a veces nos obstruye el camino hacia el auténtico nirvana.


P.S: lamentando tener que oir esta actitud de aquella persona que, pensé, era tan diferente, proseguí a realizar una serie de oraciones a su nombre y pedirle a Dios, no asustarme de nuevo con esos muertos vivientes!.